Cuando un hombre se siente amenazado tiene cinco posibilidades: luchar, huir, esconderse, pedir ayuda o tratar de aplacar a su oponente. Si el atacante es más fuerte y las cuatro primeras opciones no son viables lo único que queda es tomar un comportamiento de sumisión.
Los seres sumisos, presentan una imagen de derrota, aparentando pequeñez ante el oponente, bajando su cuerpo, rebajandlo en relación con otro. Todos los subordinados se inclinan ante quienes tienen más poder (económico, politico, social, etc.). La eficacia con la que se presente la imagen de derrota será la forma de evidenciar el triunfo de aquel que está liderando.
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