Hay acciones que perciben los estudiantes y que de una u otra manera afectan en su desempeño, razón por la cual es preferible evitarlas o controlarlas. He aquí algunas de ellas:
Cuando es la primera clase del docente no se debe mostrar tímido ante sus estudiantes, por tanto, es aconsejable, no mirar hacia el piso, poner las manos en los bolsillos, evitar en lo posible que la voz se entrecorte o que las manos tiemblen, recostarse sobre el tablero o la pared, quedarnos inmoviles en un lugar.
Si se tiene un fuerte temperamento es importante saberlo mediar cuando se está en una clase y evitar: fruncir el ceño, mirar despectivamente a un alumnos, abrir los ojos con expresión de duda o negativa hacia lo que el estudiante dice, cortar la intervención de un estudiante cuando éste no ha terminado.
Para evitar malos entendidos, es recomendable, no mostrar preferencia por algún alumno en especial, lo cual se expresaría como: darle la palabra cada vez que levanta la mano acompañada de un gesto amable como una sonrisa, mirarlo detenidamente o tener un contacto físico más próximo que con los demás, como el beso en la mejilla en señal de saludo.
Aunque muchas veces las miradas sostenidas de un profesor sirven como herramienta para controlar la clase o a un alumno en especial, como también el buen manejo del espacio da confianza a los estudiantes.
Estos son algunos de los actos que se recomienda evitar, puesto que influyen el en desarrollo de la clase, además, en el proceso de desarrollo del estudiante, lo cual se muestra en la timidez o rechazo a la clase. Como maestros debemos mostrar una actitud cordial pero con cierto margen de autoridad para no perder el control de la clase.
